Voto femenino y el Partido Peronista Femenino .

A su regreso de Europa, Eva retomó sus actividades a pleno. Antes de la partida había comenzado a luchar por la obtención del voto para las mujeres. Desde la Secretaria de Trabajo y Previsión, el coronel Perón encaró una política dirigida a las mujeres. En ese ámbito creó la División de Trabajo y Asistencia a la Mujer. El 26 de julio de 1945, en un acto celebrado en el Congreso, Perón manifestó su apoyo a la iniciativa. Se formó entonces la Comisión Pro Sufragio Femenino, que elevó un petitorio al gobierno, por las cuales los países firmantes que aún no habían otorgado el voto a la mujer se comprometían a hacerlo. El 3 de septiembre de 1945 la Asamblea Nacional de Mujeres, presidida por Victoria Ocampo, resolvió rechazar el voto otorgado por un gobierno de facto y reclamó que el gobierno fuera asumido por la Corte Suprema. El lema de la Asamblea era: «Sufragio femenino pero sancionado por un Congreso elegido en comicios honestos». Los sucesos de octubre del 45 pospusieron el tema. La campaña electoral de 1946 puso en evidencia que, ya fuera con el apoyo del laborismo o con el de la Unión Democrática, la mujer, aún sin derechos políticos, había ingresado en la política argentina. Faltaba la legitimación. Perón volvió sobre la cuestión del sufragio femenino. Lo hizo, el 26 de julio de 1946 en el congreso y en el Plan Quinquenal. Eva emprendió la campaña desde distintos lugares: con los legisladores, con las delegaciones que la visitaban, con las mujeres en los centros cívicos, a través de la radio y de la prensa. ,Se publicaron manifiestos y grupos de obreras salieron a las calles a pegar carteles en reclamo por la ley. Centros e instituciones femeninas emitieron declaraciones de adhesión. Y el 23 de septiembre, en medio de un gigantesco acto cívico en Plaza de Mayo, se promulgó la ley.

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